Los hombres lobo de Castronegro

 

Hoy vengo a hablar de un juego que me compré y que ya he podido llevar a la práctica: Los Hombres Lobo de Castronegro.

No es un juego nuevo, para nada, pero me enteré de él hace un tiempo, lo compré y ayer pude estrenarlo “oficialmente”.

El juego funciona mejor con mínimo de 8 participantes. Se reparten una carta a todos los jugadores, de las cuales, hay 6 aldeanos y 2 lobos. Todos tienen sus cartas sin que ninguno vea qué les ha tocado. Para la primera vez, decidí narrar el juego yo, ya que nadie sabía cómo se jugaba y así podía explicar con todos detalles el funcionamiento del juego.

Empieza el juego!

Todos cierran los ojos, imitando la noche y que todos duermen. Entonces, el narrador llamo a los hombres lobo a que abran los ojos y se busquen entre ellos. Cuando ya se reconocen, deciden si quieren matar a un aldeano o si perdonan la vida en ese momento. Si deciden cargarse a un aldeano se lo dicen al narrador. Cierran los ojos los hombres lobo y el narrador pide a todos que abran los ojos y, en el caso que los hombres lobo se hayan cargado a un aldeano, ese aldeano estará eliminado de la partida.

A partir de entonces, empieza una discusión entre todos los participantes para ver quién puede ser el hombre lobo. Después de la discusión, hay que votar para cargarse a un jugador, evitando que no sea un aldeano, pensando que es el lobo. Ahí está la gracia del juego. Hay que ser listo para pillar quién es el lobo y está mintiendo e intentando cargarse a otro aldeano en pleno día. Cuando se decide a quién hay que eliminar, por votación de la mayoría, el jugador eliminado levanta la carta y enseña a los demás si era un lobo o un aldeano. El juego sigue con los que quedan. Vuelven a cerrar los ojos y los lobos vuelven a la carga. Así todo el proceso del juego hasta que, o los lobos eliminan a los aldeanos, o los aldeanos eliminan a los lobos. De todas las partidas que jugué ayer, casi todas ganan los lobos. De hecho, hubo una partida en la que los aldeanos consiguieron eliminar, al principio de la partida, a uno de los lobos, pero el otro que quedaba, consiguió engatusar a los aldeano y acabar ganando la partida él solo contra los otros 5 jugadores-aldeanos.

Es una pasada cuando estás jugando y eres un aldeano, adivinar quién puede ser el lobo, es decir, todos intentan salvarse el culo y todos acusan a uno o a otro. NO sabes a quién creer y cuando crees que una persona está mintiendo y, después de eliminarlo, descubres que no era un lobo, te queda una sensación rara de ver que te han colado los lobos una. Te sientes como vendido!! jeje

De hecho, en la primera partida que jugué, me compinché con una compañera pensando que no era lobo y nos cargamos a todos los aldeanos y ella acabó siendo el lobo!! Aaaarg, qué rabia me dio y lo que llegué a insultarle en un minuto!! Pero no fue la única, no. Volví a caer con dos jugadores más pensando que eran de los míos!!

En fin, que os lo recomiendo mucho y es muy divertido (siempre y cuando sean un grupo de personas “animosas” porque si son sosas… ejem! ejem! Mejor me callo!

El juego tiene más variantes en las cartas como la vidente, los enamorados, cupido, etc. que dan más juego al juego (valga la redundancia), pero eso lo dejaré a vosotros cuando lo adquiráis y os leáis las instrucciones.

El motivo de la quedada ayer estaba repleta de sabores nostálgicos y también me llevé alguna que otra sorpresa. De hecho, hacía tiempo que no salía con este grupo de gente por circunstancias variadas y largas de explicar y, como siempre suelo hacer, dejo pasar un poco la distancia para tener mi mente en claro y pensar con más objetividad. Pasado el tiempo (aproximadamente 2 años), ayer decidí volver a encontrarme con ellos. Por una parte, me enorgullece, pues me echan de menos y me reclaman siempre que tienen la oportunidad y me sabe mal no poder corresponderles; por otra parte, es lo que mis sentimientos o mi carácter hacen que me cueste estar “a gusto” en según qué situación o ambiente. Pero al final, el resultado fue bueno y me quedo la parte buena de una frase que me dijeron: “me alegro que hayas vuelto después de ese distanciamiento que habías puesto entre nosotros, espero que no vuelva a pasar”. Aunque tenga mis sentimientos aun inciertos, no deja de alegrarme que “me quieran” con ellos. En fin, cosas de la vida. Descubrí un vino blanco de aguja buenísimo y un licor religioso!! jajaja, lo que no haga una buena bebida!! jajaja

Reconozco que tengo diferentes vías de grupos de personas abiertas y, a la vez, ando cansado y sólo pienso en llegar al fin de semana y descansar, dormir y hacer el perro (cuando puedo), por eso me cuesta horrores que me convenzan para salir o quedar en algún sitio. Sobretodo en invierno. En verano es más fácil que me mueva más. Si al menos no tuviera tantos grupos de gente dispersos, sería más fácil, no? No paro de agradecer, contrariamente, que tenga amigos con los que disfrutar y salir y, también, me subo mi ego diciéndome que parte de eso es por mi persona, no? Si no cayera bien, no me tendrían en cuenta, no?

Pues nada, aquí lo dejo por hoy. Al final he vuelto a meter entrada en sábado. Y eso que prometí hablar sobre la marcha de mi hijo durante esta semana… pero es que tenía que acabar un trabajo del cole y alguna noche que otra, he dormitado relativamente, pronto.

Saludos!