Vistas de página en total

Diario personal jotapeniano

lunes, 23 de febrero de 2015

Motivo de divorcio (I)

 

He decidido dividir esta entrada por capítulos porque es un poco larga y prefiero pequeños toques de la historia a toda la parrafada y que pierda todo interés.

Perdonarme si no doy nombres concretos ni especifico, pero al final de la historia os daré todo aquello que haya omitido a partir de ahora.

Todo se remonta a la pasividad, a la relajación en un pareja cuando todo lo tienes, cuandoScreenshot_2015-02-23-17-49-17 no tienes ninguna necesidad de arreglarte-acicalarte por o para alguien, la persona que tienes a tu lado ya te conoce y te quiere por lo que eres, por cómo eres, por quién eres y ya no crees que existe esa necesidad de estar impecable en todo momento.

Cuando, año tras año, se crean unos tópicos tan curiosos como que “él no se afeita”, “ella tarda más en depilarse”, ambos “visitan con menos asiduidad las correspondientes peluquerías”...

Pero, ¿qué pasa cuándo algo rompe la monotonía? Pasa que la otra persona puede empezar a imaginarse películas que no son.  A lo mejor, uno mismo empieza a verse cómo va envejeciendo, que salen patas de gallo, partes del cuerpo que se pueden envasar y caramelizar cómo si fueran del mejor flan que haya sobre la faz de la tierra. En definitiva, una carrera hacia atrás, hacia la juventud que se desvanece, una negativa a seguir avanzando en edad.

-Dios, acabo de descubrir que al reírme parezco a mi abuelo. En esta foto parezco un viejete con tanta barba blanca y de mis canas del poco pelo que me queda ¡¡ya ni te cuento!!-

Acabo de recibir una invitación para un evento. Tengo que hacer una presentación, hablar en público y tengo poco tiempo para un trabajo de transformación de mí mismo, ¡Oh!

Nos vamos de compras. De pasar de comprarme ropa sin pensar en nada a siempre pensando en que si me queda bien, si voy coordinado o conjuntado (nunca sé cuál es la expresión que utilizan los expertos en moda) o estar muy preocupado en todo eso a sí estarlo, ahí empieza la mosca de mi mujer.

- ¿Desde cuándo te preocupa tanto si te queda bien, si es elegante o si está bien conjuntado?- Me pregunta mi mujer. Screenshot_2015-02-23-17-52-10

- Hombre, tengo que causar buena impresión, estar bien, elegante y todo eso. – me defiendo yo.

- Ya. Ahora te vienen las ganas de cuidarte después de tantos años aguantando que vayas con deportivas en un domingo cuando salimos a pasear – me reprocha ella – Lo sospechoso es que yo no pueda ir a eso que te han invitado.

-Sólo tengo una invitación, ¿qué le hago? – Le digo.

- No vayas. – me responde con alevosía.

-Tengo que ir. Se lo debo a ellos. – Me defiendo.

- Siempre tienes que quedar bien con los demás, siempre se lo debes a ellos y a tu mujer, que le den! – Empieza el sermón…

- No empecemos… ¿qué te parece esta camisa? – Intento desviar del tema.

- Demasiado joven para ti. – Me responde con ese tono particular de “cuidado que me estás irritando”.

- ¿Me estás llamando viejo?

- No, he dicho demasiado joven para ti, no que fueras viejo.

- No lo has dicho, pero se interpreta.

- Pues no interpretes tanto y acepta mi opinión.

- No sé porqué te lo pregunté.

- No sé porqué me casé contigo – murmura en voz baja mirando hacia el lado opuesto de donde estaba yo.

- ¿Qué has dicho? – le pregunto.

- Nada. Sigue buscando tu camisa “perfecta” – me dice con rin tintín.

Decido pasar del tema y proseguimos por el centro comercial. En el centro del pasillo se colocan, a veces, unos stands para promocionar ciertos productos. Nos acercábamos a uno de cosmética y le preguntan a mi mujer, se hace la despistada, le rehúye y sigue caminando. Entonces, una chica muy mona y bien arreglada, me para a mí.

- Señor, tenemos también cremas rejuvenecedoras (uff, qué palabra más larga…) y maquillaje, todo producto masculino para el hombre de hoy en día.- Me dice la chica mona y bien arreglada. Screenshot_2015-02-23-17-57-13

- ¿Me estás llamando viejo tú también, chica mona y bien arreglada? (Pondría el nombre de la chica mona y bien arreglada pero no intimé tanto en tan poco tiempo como para preguntarle su nombre y más cuando lo primero que me quiere vender o intentar vender sea cremas re-ju-ve-ne-ce-do-ras porque, está claro, que me ve como un viejo).

- No, señor. Está usted muy bien para la edad que tiene!!

- ¿Qué edad tengo? – Le pregunto retándola…

- Tengo aquí unas cremas que le eliminan esas patas de gallo, esas arrugas que le salen cuando se enfadan y unos polvos que le taparan las ojeras. – Acierta en decir ágilmente para esquivar una pregunta que puede ocasionar el inicio de la tercera guerra mundial en ese preciso momento.

En ese momento, no sé si echarme a llorar de todos los “defectos” que me ha dicho en menos de 20 segundos o de darle un corte de mangas a la chica mona y bien arreglada y dejarla ahí plantada y seguir en busca de mi mujer (que por cierto, no había parado y seguía caminando sin darse cuenta de que no la seguía), pero antes de que pudiera mover los labios para emitir una simple palabra o que pudiera pestañear (mis párpados se habían quedado igual de congelados que el resto de mi cuerpo ante semejante descripción de mí mismo en tan poco tiempo), la muchacha mona y bien arreglada remata:

- Y también tengo unas bandas maravillosas para quitar los puntos negros de la nariz- remata la chica mona y bien arreglada.

- Ah, o sea que ¿aparte de los puntos negros que me pone mi mujer en todo lo que hago, digo o decido, también los tengo en la nariz? – pregunto a la chica mona y bien arreglada mientras me mira con cara de estar pensando “¿para qué habré parado a semejante sujeto?, Espero venderle algo al menos”.

Entonces, mi mente demente, empieza a recordar que tengo que estar bien arreglado para el evento al cual estoy invitado y decido llevarme todo lo que me ofrece la chica mona y bien arreglada y aprovechando que mi mujer vete a saber hasta dónde habrá llegado.

- Póngamelo todo eso que me lo lleve y dese prisa, antes de que regrese mi mujer y monte una película tal que así: ¿Porqué te estás llevando todas esas cremas y potingues? ¿Qué me estás ocultando? (Como si la estuviera viendo…)

- ¿Qué me ha dicho, señor? – me pregunta la chica mona y bien arreglada.

- Nada, nada… pensaba en voz alta.

- Mientras mi compañera se lo prepara todo, si quiere se lo voy cobrando- Me sonríe mientras lo dice.

- No quiero que me lo cobre – Le digo utilizando una pequeña broma.

-¿Qué ha dicho, caballero? – Me pregunta con cara desencajada.

- Que sí, que me lo cobre, chica mon… digo, señorita – le respondo viendo que no utiliza el mismo sentido del humor que utilizo yo. Debe de ser que con tantas cremas que llevan encima, no les queda suficiente espacio para absorber mi humor inglés – Por cierto, ¿Cómo se llama, chica mon.. digo, señorita?

- ¿Me ha preguntado mi nombre, caballero?

- Sí, más que nada por no llamarle…- en ese momento una voz me interrumpe por mi espalda, por la retaguardia, vilmente cual traidor o enemigo que espera a que cometas un error para lanzarte la artillería pesada.

- CARIÑO, ¿LE HAS PREGUNTADO EL NOMBRE A ESTA CHICA? (no, no me he equivocado en las letras mayúsculas. Es para darle más énfasis y para que os imaginéis a qué volumen soltó mi mujer esa frase en ese preciso momento).Screenshot_2015-02-23-17-59-05

- Mami, era por no llamarla chica mon… y…déjalo, no sé, para dirigirme a ella o qué se yo!!- las palabras no me salían correctamente y las que me salían eran para cagarla aun más.

- YA, CLARO!! Y AHORA ME DIRÁS QUE LE HAS COMPRADO “CREMITAS”. Me gustaría que hubierais estado presentes para ver con qué “tonito” dijo “cremitas”, “cre-mi-tas”.

- Señor, sus cremas. – Me ofrece la chica mona y bien arreglada de la cual, no llegaré a saber jamás su nombre ni creo que me pueda interesar ni creo que me haya servido para una ayuda de aquí a unos cuántos años y si puedo arreglar el mal entendido que se puede montar.

- AH, ¡¿¿QUE LE HAS COMPRADO CREMAS!?? – esto se pone interesante… para vosotr@, claro… para mí, va a ser que no!! – ¿Porqué te estás llevando todas esas cremas y potingues? ¿Qué me estás ocultando?

(¿Veis? ¿Qué os dije?)

-Ya decía yo que estabas muy interesado en ropa, en parecer joven, ahora cremas que has comprado… algo está pasando y no sé lo que es o no quiero saber o cuéntame o aquí pasa algo!!

Mientras acaba de decir lo último, ya ha salido con paso firme hacia la salida del centro comercial. Está claro que uno, no puede decidir arreglarse después de tanto tiempo sin que cause un verdadero problema. Imaginaros si, encima, hubiera algún motivo oculto… No quiero ni imaginarlo. Lo que NO os podéis imaginar es lo que me pasará en el siguiente capítulo. Puede que esta noche duerma en el sofá, pero mañana ya veremos dónde duermo.

De momento, me voy a un rincón a reflexionar. A ver si veo las ideas  más claras. Screenshot (06_00p.m., feb 23, 2015)

¡¡Hasta el siguiente capítulo amig@s!!

jotape_sign

9 comentarios:

  1. ¡La cagaste Burt Lancaster! Jajajajaja Pero oye, míralo por el lado positivo, al menos con el enfado tu mujer te envió a un rincón a hacer eso que tanto te gusta hacer: reflexionar. Jajajajaja

    Un abrazo, Jotapé. Y espero que la sangre no llegue al río. ; )

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pedroooo, ¿desde dónde te crees que estoy escribiendo???? jajajajajaja... bueno, más bien tendría que decir buaaa, ¿no?
      No, espero que la sangre no llegue al río, pues dónde vivo no hay río y sin tuviera que llegar al río más cercano, me muero desangrado!!
      En el próximo capítulo, aun se lía más el asunto. Lo que no sé cuándo colgarlo, si dejar unos días de margen o qué hacer... ¿usted que opina?
      Un abrazo, Pedro!

      Eliminar
  2. ...
    Bueno, espero con ansia el desenlace de esta historia...¿Conseguirá jotapé la "camisa perfecta"?! Jajajaja me meoooooooooooo

    La chica mona está claro que esa debe ser su única cualidad jajaja :P Vamos, me encaja en ese puesto de trabajo :D

    Venga, sigue reflexionando viejo!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Maique, y ¿quién es ansia? No la conozco! ¿Alguna amiga nueva que no me has presentado? Aaaaaay, bribón !! La camisa no sé si será perfecta o no, pero que es de once varas, seguro que sí!! jajaja
      Y no sigo reflexionando porque ya está todo escrito... ahora sólo me falta acabar de decidirme cada cuánto tiempo colgar cada capítulo!!
      Ciao!!

      Eliminar
  3. Esperare que salga del rincón!! Besos!!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Mirta Cristina por pasarte y comentar!!
      Desde luego que saldrá del rincón.. pero a saber a dónde irá a parar!! De momento, a publicar lo que reflexione y haya escrito. Un momento, ¿porqué hablo en tercera persona del singular? Estoy traumatizado...
      Besos! Y espero verte por aquí a menudo!

      Eliminar
  4. jajaja...he llegado gracias a Erika Martin quien con mucha razón ha compartido tan buen post, yo acá tratando de controlar a un pequeñito de dos años y rogando que me deje cinco minutitos en la compu y con tu post has logrado que me olvide un poco de eso (pobre peque) y sacarme una sonrisa.
    Bueno ya pasaron los cinco minutos, así que regreso en otro momento para ver que más hay por acá... me apunto por GFC.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por pasarte y comentar!!
      Comentarte que normalmente son entradas reflexivas o más bien, un pequeño diario personal de mi vida y mis paranoias. Esto es una pequeña sorpresa y alto en el estilo original de mi blog. En breve, sabrás el porqué de este nuevo formato. Gracias de nuevo y espero seguirte viendo por aquí!!

      Eliminar