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Diario personal jotapeniano

sábado, 28 de febrero de 2015

Motivo de divorcio (II)

 

En el capítulo anterior:

Jotapé comienza a preocuparse por su apariencia. Su mujer empieza a poner la mosca tras la oreja. Que si ropa para ir  bien arreglado, que si potingues para estar más “bello” y para colmo, tiene una historia comprometida con una chica mona y bien arreglada que le quiere vender cosmética para hombre. La cosa, no pinta bien…

Al día siguiente…

Después de la aventura de ayer en el centro comercial y de los correspondientes morros al llegar a casa, antes de cenar, antes de irnos a dormir, al levantarse por la mañana, a la hora de comer, etc, etc, wc. decido replantearme si ir o no al evento al cual me han invitado. A todo esto, acordarme de comprar un nuevo sofá. Hay un muelle que se clava en los riñones cuando duerm…  digo, cuando te estiras.

Pero volviendo al tema, finalmente decido leerme todo lo que compré para ponerlo enjotape magazine v2 práctica. Me he ido a comprar una revista para “hombres modernos” para saber  cómo utilizar todo lo que he comprado: pautas, orden, lo mejor y lo peor, etc. Madre de dios, ¿para qué habré comprado esa revista? Me sale más a cuenta arreglarme la cara con photoshop que utilizar todos los recursos que me pide la revista. Es igual, ya que estamos, manos a la obra!!

Decido probarme toda la ropa que me compré. La camisa es algo así como “Stretch”, que en mi pueblo significa “estrecha”. Por lo tanto, marca unos espléndidos pectorales… caídos!! Joder!! ¿Qué puedo hacer? Me quedan pocos días para el evento y poco se puede hacer. ¿Me pongo a hacer pectorales, abdominales a 10 series por cada hora? Me desmorono sentándome en la taza del wc mientras los botones de la camisa piden auxilio porque se están ahogando de la presión de mi “amplio” pectoral.

Suena un wassap. Un amigo me pide si le puedo conseguir unjotape mobile favor. Recuerdo que se compró uno de esos aparatos electromagnéticos, o como se llamen, que a base  de corrientes, te pone los músculos a tono!

Sin pensármelo dos veces y con el tiempo pisándome los talones, le consigo el favor y le pido que me deje esas máquinas ultra rápidas!!

- Cariño, voy a llevarle una cosa a mi amigo – Le digo a mi mujer.

- Vale. 

Me dirijo hacia casa de mi amigo, le entrego lo que me ha pedido y me deja la máquina esa para conseguir tonificar los músculos en tiempo exprés y sin esfuerzo alguno.

Llego a casa. Primer fallo: no buscar una buena razón para traer “eso” que he pedido prestado.

- ¿Dónde vas con eso? – Interrogatorio en toda regla. No hay argumento. Cagada.

- Pues es que la camisa es muy “stretch” y queda fatal con mis carnes caídas y pues verás, pensé que… no sé, me hacía falta y , claro… – por cada frase que comenzaba no veía salida.

- O sea, que me has dicho que ibas a llevar una cosa que te habían pedido pero en realidad lo que ibas a buscar es ese aparato cargado por el diablo, que vete a saber tú que cosa mala te puede pasar en realidad – acción de acojone en toda regla por su parte – pero en realidad lo que estabas tan interesado era en ir a recoger semejante… (lo repite para darle más énfasis o porque no sé si la cara de gilipollas que se me había quedado era motivo suficiente para volver a repetir la frase porque existía la posibilidad de que no hubiera procesado la información dado en la penosa situación en la que me encontraba).

- No, si lo de llevar eso a mi amigo, era verdad y aprovechando que iba y que él tenia esta máquina y ya que por mi propio pie soy incapaz de hacer alguna rutina de ejercicio, pues…

- Que sí, que sí…  ropa, cremitas, ejercicio – Comienza el sermón… – y  me dirás que sólo es por el evento al cual ni siquiera puedo, sospechosamente, ir. Ya hablaremos!

Bueno, eso de “ya hablaremos” significa te va a caer la del pulpo y el turno de palabra por mi parte se basará en simples balbuceos no superiores a una simple silaba. Eso si me deja tiempo a poder acabar de decir una simple sílaba.

Al rato, me quedo solo en casa. Decido hacerme un cafelito. Me lo llevo al estudio y me planto con el aparato ese “cargado por el diablo”. jotape oficinaLo saco de la caja y veo un montón de cables, terminales magnéticos, una crema translúcida y el manual de instrucciones. Empiezo a leer las instrucciones, me pongo la crema y coloco los cacharros esos magnéticos. Le doy a un punto de corriente y veo que se puede soportar. Lo subo a más y a más hasta que sea fuerte pero soportable. Suena el wassap. Lo miro y es mi amigo, el que me ha dejado el aparato, que me avisa de que hay unos cables pelados, que se le ha olvidado decírmelo pero sólo que tenga cuidado que no me toque la piel ni los moje. Decido mirar corriendo en busca de los cables que puedan existir pelados y los encuentro casi rozándome la piel. Os recuerdo que había puesto bastante potencia al aparato. Al detectarlos, decido apartarlo de mi piel con tan mala suerte que en la trayectoria, mi brazo tira por completo el vaso del café, muy caliente por cierto, justo donde también estaban los cables pelados. El café muy caliente cae sobre la piel, sobre los cables, empieza a hacer chispas y no me atrevo a cogerlos ni a tocarlos. Llega la parienta a casa y me oye gritar y nota el olor de “chamusquino” que está corriendo a través del pasillo, desde el estudio hasta la puerta de entrada, dónde se encuentra ella.

Llega corriendo al estudio y ve el lamentable espectáculo: las chispas, mis espasmos y mis gritos.

- ¿Pero se puede saber qué estás haciendo? – pregunta ella. jotape story

- Pues mira, bailando el aserejé, no te jode!! – sutilmente le respondo. – Resulta que los cables estaban pelados, le he tirado el café hirviendo por encima y si los toco ahora me puedo electrocutar y no sé cómo quitármelos sin tocarlos.

- ¿Las chispas te están haciendo tanto daño para esos gritos?

- No, el grito es por el café hirviendo que me ha dejado la zona roja y escocida de por vida!! Grado 2, fijo.

- ¿Te lo quito yo de un golpe? – me pregunta ella.

- No, que te puedes quedar tú enganchada – le digo yo – no sé qué podemos hacer.

En ese momento, mi hijo que llegó junto con mi mujer, pasa por detrás de mí, coge el enchufe del aparato y lo desenchufa de un golpe.

- Gracias hijo, con los nervios, el escozor, las chispas, no podía pensar.

- Papá, lección 3 de tecnología. Gjotape adria2racias a que he llegado, si no, os veo horas y horas gritando la mama y tú… padres!!

Sí, la lección me la he llevado yo. Mi mujer me mira como diciendo, como pensando, como maldiciendo… Mejor no saber lo que pasaba por su mente.

Me levanto, busco cinta aislante y le pongo cinta aislante a los cables pelados del dichoso aparato. Cojo el móvil y escribo lo siguiente:

“Otra vez, avisa antes… cabrón!!”

¿Me acompañáis el siguiente capítulo? Ya queda menos!!!

Saludos,

jotape_sign

4 comentarios:

  1. Creo que tardaré mucho en olvidar lo del aparatejo cargado por el diablo. Gracias Jotapé por animarme la mañana. Eres genial. Un abrazo

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  2. Creo que tardaré mucho en olvidar lo del aparatejo cargado por el diablo. Gracias Jotapé por animarme la mañana. Eres genial. Un abrazo

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  3. Vaya, así que al final dormiste en el sofá después de tu "affaire" con la de la tienda. Mal asunto ese.
    Hasta la próxima, Jotapé. Un abrazo. : )

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